Gobierno abierto, participación ciudadana y ciudades sostenibles
Implementar la Agenda 2030 en todos los niveles supone un trabajo coordinado y el desarrollo de un entramado que permita una aplicación efectiva. ¿Qué herramientas nos ofrecen las políticas de gobierno abierto y transparencia en este objetivo?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible fueron forjados en una comunión participativa de distintos actores de la sociedad, desde organismos estatales, diversos grupos civiles y el sector privado. Esta comunión atravesó un proceso de debate y discusión enriquecedor, es por ello que la implementación de los objetivos no puede ser ajena a este proceso de participación abierto y dinámico.
La implementación de la Agenda 2030 tiene un escalón principal que involucra a las comunidades locales, desde allí partimos para trabajar íntegra y localmente los ODS. Entonces, es importante preguntarnos ¿qué herramientas nos ofrece la misma Agenda para cumplirla de forma cabal y efectiva?
El diseño de políticas públicas locales requiere un planeamiento estratégico que sea transversal, para lograrlo, herramientas y prácticas que garanticen el gobierno abierto y la participación ciudadana nos permitirán abordar las situaciones territoriales de forma consciente, para que la implementación de las políticas sea inclusiva y respetuosa de cada realidad.
El ODS N° 16.7 establece la importancia de diseñar y aplicar políticas “inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades”, esto no es menor, e incluso es troncal para la territorialización de la Agenda.
Para el diseño de políticas públicas es necesario contemplar herramientas de participación, como pueden ser monitoreos ciudadanos, debates inclusivos, conformación de organismos de co-gestión, entre otras.
Todo proceso abierto y de participación constituye un paso más hacia esta meta transversal, una ejecución efectiva y eficaz de los ODS.
Las políticas de gobierno abierto y transparencia ofrecen herramientas útiles para la implementación de la Agenda, sirven a los fines de construir un ecosistema de participación ciudadana, donde los diferentes actores sociales puedan ser parte de las decisiones que transformarán la realidad comunal.
Para la construcción de ciudades sostenibles, la participación de la ciudadanía es un eje clave y central a la hora de implementar estrategias que aborden las distintas realidades comunales. De esta forma, promovemos la creación de una gobernanza pública que sirva de base para una innovadora estructura estatal basada en políticas de control ciudadano, gobierno abierto y transparencia.
Este tipo de control constituye una estrategia de fiscalización novedosa que impulsa la mejora constante en la eficacia de las instituciones, generando tomas de decisiones más responsables e inclusivas.
Estas nuevas posibilidades de gobernanza componen instrumentos necesarios para que la ciudadanía adquiera un rol fundamental en la implementación de la Agenda 2030, ya que no solo hablamos de una participación pasiva, sino de una participación que tenga incidencia y control activo, en donde los procesos de tomas de decisiones sean verdaderamente abiertos, generando experiencias locales de gestión pública ciudadana, teniendo intervención en la organización de prioridades, planificando, implementando y monitoreando la aplicación de todos los objetivos desarrollo sostenible.
Este ecosistema, por ejemplo, se puso a prueba en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a través de distintas plataformas y mecanismos que permitieron acercar la Agenda y el diseño de políticas públicas a la ciudadanía por medio de distintos niveles de participación (informativo, consultivo, decisorio y de co-gestión). Una estrategia interesante de replicar en los diferentes gobiernos locales, llevando la Agenda al territorio, a la comunidad.
Las medidas de gobierno para la implementación de los ODS deben ser innovadoras, dinámicas y abiertas. Es fundamental para el fomento de comunidades y ciudades sostenibles contar con el apoyo y el compromiso de la ciudadanía, dado que siendo partícipe y teniendo la posibilidad real de gestionar las transformaciones en sus localidades, se brinda legitimidad al paradigma de gobierno abierto, transparencia y participación.
Esta legitimación permite construir estrategias y alianzas, brindando contención a las comunidades, haciéndolas protagonistas en el cumplimiento de los ODS, abriendo caminos de contribución donde las propuestas para resolver sus propias necesidades sean debidamente escuchadas y tenidas en cuenta.
Cada comunidad reporta una realidad social distinta, la implementación de la Agenda entonces no es homogénea ni simétrica, tampoco se concreta en los mismos tiempos o con procesos idénticos. Cada una requiere de un estudio particular y comprometido, brindándole especial atención a cada sector.
Las estrategias de gobierno abierto y participación ciudadana constituyen una herramienta en sí misma para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, abren un canal de participación de relevancia a la comunidad, donde los distintos sectores pueden expresarse en libertad, teniendo reales posibilidades de acción, de participación activa, de control democrático, lo que en conclusión suma a la generación de políticas públicas diseñadas de forma consciente, legitimadas y aceptadas por la propia comunidad en donde se van a implementar.
Gobierno abierto no es solo acceso a la información o una mera participación pasiva, se compone de ambas sí, pero también de una participación comprometida, activa, en donde los actores sociales adquieren un papel preponderante, de decisión y de control.
La aplicación de la Agenda 2030 no se consigue observando distante o teniendo a las comunidades locales al margen del debate y la discusión, la aplicación efectiva y eficaz se logra con la sociedad en el territorio, pensando y trabajando en conjunto con el Estado.