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Perón como "DEUS OTIOSUS": Fragmentos de un mito

Recordando un nuevo aniversario del fallecimiento de Juan Domingo Perón, el escritor argentino Angel Faretta, por el canal de youtube Ceibo, nos trae una interpretación del peronismo post Perón a través de la noción del mito.

Es mediante este ensayo de Faretta que pretendo difundir herramientas de interpretación del peronismo en este momento tan convulsionado que vive el movimiento.


Empecemos explicando ¿qué es un mito?. El mito es, en primera instancia, parte de la cultura que identifica a un pueblo. Es, según Claude Lévi-Strauss, la historia de cuando los hombres y los animales no eran distintos. Una historia que nos remite a los tiempos donde ocurrían cosas, donde grandes tormentas azotaban al pueblo o cuando grandes bestias representaban una amenaza. El mito narra ese pasado desde un presente en el cual, debido a lo que sucedió en esas historias, esos sucesos dejaron de ocurrir y la comunidad está a salvo de los peligros. Es entonces que se festeja la tranquilidad a través del rito, a través de la fiesta. El ejemplo más claro es la historia de Jesucristo quien murió por nuestros pecados y sufrió con su corona de espinas, la comunidad celebra hoy su sacrificio en la Semana Santa.


Los mitos no nacen solamente de las comunidades originarias sino que hoy en día siguen naciendo mitos, siguen naciendo héroes que sus historias son repetidas y celebradas por una comunidad. Estas historias se dan en varios campos pero el que nos reúne hoy aquí es el de la política. Si tuviéramos que hablar hoy de un mito de tipo “ideal” en la política tendríamos que hablar de Ernesto “Che” Guevara. Un hombre que murió joven y bello dejando su vida por una causa mayor a él, volviéndose un ídolo de masas y símbolo de lucha. Ernesto al dar su vida trasciende y se vuelve mito, se idealiza su figura y algunas de sus controversias quedan zanjadas.


Pero la figura del “Che” no es a donde quiero enfocar sino que apunto a un mito más complejo de entender que tiende a ser simplificado y desdibujado. 


Juan Perón, Deus Otiosus.

El general Perón fue un actor central en la política Argentina del siglo XX pero su historia no fue ideal narrativamente como la de Ernesto Guevara,falleciendo luchando en la sierra boliviana, sino que tuvo altos y bajos de poder y un final ambiguo. Perón fallece viejo y enfermo en una Argentina en la cual el tren de la violencia era imparable, aún para el gran general que supo construir un modelo de país en la década del 50. 


El concepto bajo el que quiero analizar su figura es el de “Deus Otiosus” o (divinidad ociosa) de Mircea Eliade utilizado en “Historia de las religiones” para describir a un Dios fatigado,viejo y harto de su propia creación  el cual se retira de ella y deja a sus fieles en la intemperie espiritual manteniendo vivo al dios mediante la erudición y el folklore religioso recordando los tiempos donde este era el jefe del panteón. Es un concepto que ,siguiendo lo antes mencionado del mito, el final de la historia del protagonista no es ideal sino que termina con un final difuso que no deja satisfechos a los fieles.


Si aplicamos este concepto a la historia del movimiento peronista tras el exilio y posterior muerte de su líder podremos identificar que con el transcurso de las generaciones, el mito peronista ha quedado reducido a justificar las necesidades circunstanciales de los dirigentes de turno. Hemos tenido (tras la muerte de Perón) un peronismo Neoliberal y un peronismo progresista, un oxímoron que solo cabe en el peronismo. A día de hoy, tras el desconcierto que generó la victoria de Javier Milei, el movimiento se encuentra en una discusión ideológica que nos permite visualizar el siguiente problema: hace años se discute la figura de Perón en términos meramente sentimentales/ folclóricos y nostálgicos.


Esta reducción del mito a cuestiones sentimentales y nostálgicas no es algo novedoso sino que: siguiendo el relato del deus otiosus, es cuando el dios se retira que se empieza a profesar en su nombre. Durante el período conocido como la resistencia, en el cual Perón tras su derrocamiento se encontraba en el exilio (lejos de su creación), empezaron a nacer corrientes peronistas alternativas. Una fue el Vandorismo del “peronismo sin Perón” y la otra fue la de izquierda resumida en el cántico de “Perón, Evita, la patria socialista”. Ambas corrientes recogen ciertos fragmentos de lo que habían sido los primeros gobiernos peronistas en búsqueda de justificar sus posturas en vez de celebrar el rito peronista que Juan Perón había profesado cuando era “El líder del panteón”. Es una práctica intelectual muy pobre la de buscar pequeños fragmentos de un espejo roto para dar el reflejo que uno quiere mostrar en vez de reconstruir el espejo completo para encontrar una nueva forma de ver el mundo.



Qué se toma del mito hoy.

En el presente podemos identificar a aquellos que, por un lado, se limitan a recitar taxativamente la doctrina peronista cual fundamentalistas religiosos (tomándose ciertas libertades creativas) y por el otro a quienes se limitan a usar flashes y eslóganes vacíos del peronismo para justificar políticas de autoría propia. Esto sucede en un presente en el cual hay una suerte de empate en los liderazgos ya que en año no electoral “todos valen 0” y deben perfilarse para 2025 y 2027. En consecuencia cada uno tiene vía libre para dar su propia interpretación del peronismo y es aquí donde se atajan de los elementos mencionados anteriormente generando una quimera ideológica que suele ser bastante confusa para el electorado.


Es notable que dentro del movimiento falta el uso de la herramienta de “tomar distancia polémica” para, según palabras de Faretta: “entender el mito en su totalidad y espesor e ir hasta las últimas consecuencias.”


Es relevante aclarar que en este trabajo el uso del término “mito” no refiere a una mentira o a un relato inventado sino más bien todo lo contrario. Entendemos al mito como la esencia de aquellos sucesos positivos que marcaron historia y nos despiertan el sentimiento de la narración mitológica. La argentina peronista fue una época de esplendor productivo para el país en donde se conquistaron derechos laborales que ni las dictaduras pudieron borrar. Una Argentina en donde las masas conquistaron su merecido lugar en la esfera política.


Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar.

Bajo mi punto de vista, el mal que acarrea al peronismo y que necesita sanar en pos de volver a ser lo que fue es ponerse de acuerdo como conjunto en cual va a ser su rito de celebración, cuál va a ser su fiesta, que le va a transmitir a las nuevas generaciones. Es necesario comprender el mito y todo lo que conlleva en su totalidad para lograr ofrecer una versión superadora y no caer en una banalización posmoderna donde el mito quede relegado a una historia de instagram o frase.


No es volver a Perón y la doctrina de forma religiosa  ni tampoco hacer algo desde 0. Hoy es necesario un consenso entre los grandes actores del movimiento para lograr ser una verdadera opción para la población porque ha quedado muy claro, en las palabras del general Perón, que su único heredero es el pueblo. Elevar el mito y la figura del general y a partir de allí construir la realidad efectiva.


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