Hoy 31 de Mayo se conmemora el Día Nacional de la Energía Atómica en homenaje a la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en 1950, proceso que derivó en nuestras 3 centrales nucleares que representan un 6% de energía eléctrica en todo el país: Atucha I, Atucha II y Embalse.Si bien con “lo nuclear” se nos viene a la cabeza la planta de Springfield, Chernobyl o Fukushima, esta energía representa mucho más que eso, por lo que es fundamental conocer su verdadero impacto y potencial.
Primero, la vuelta al cole: ¿Cómo funciona la Energía Nuclear?
Antes de hablar de la energía nuclear debemos recordar ciertos conceptos que probablemente no escuchamos hablar de ellos hace un largo tiempo, como lo es el término de átomo, la unidad fundamental y más pequeña de un elemento (los de la tabla periódica), que está compuesta por protones, neutrones y electrones. Son los dos primeros los que conforman el núcleo atómico, en los cuales nos vamos a centrar en este artículo, ya que la energía nuclear proviene de este pequeño sitio La energía nuclear puede liberarse por tres reacciones diferentes, la descomposición nuclear, la fusión nuclear (las cuales no vienen al caso) y la fisión nuclear, que comprende la separación de los núcleos atómicos, generando que las partículas liberadas golpeen con otros elementos generando así una reacción en cadena. Este proceso es el cual utilizan las plantas nucleares - que para entender cómo funcionan les dejo un video de Santaolalla - para producir electricidad (con una liberación de energía periódica y controlada) o las famosas bombas atómicas que impactaron en Hiroshima y Nagasaki provocando un estallido de energía de forma rápida y descontrolada. Es increíble el solo pensar el hecho de que de algo tan reducido e intangible puede desencadenar un proceso tan masivo y potente.
Proceso de fisión nuclear explicado por Operador Nuclear
La era atómica en Argentina
Para hablar de la historia nuclear Argentina hay que poner en contexto la situación internacional de aquel entonces. A principios del siglo XX se comenzó a generar un boom referido a la física nuclear debido a los importantes descubrimientos de época, como lo fueron los Rayos X encabezados por Marie Curie y el lugar de donde provenía la energía que constituía dicha radiación: el núcleo atómico, descubierto por Ernest Rutherford - Un elemento de la tabla periódica lleva el nombre de “Rutherfordio” como tributo a su trabajo -.
Los avances tecnológicos conforme a la energía nuclear fueron avanzando con el paso del tiempo (Encabezados por Enrico Fermi, Otto hahn y Fritz strassmann), acelerándose aún más en períodos de guerra debido a presiones e incentivos gubernamentales - como suele suceder en los períodos de conflictos globales -, entendiendo el potencial destructivo que se podía contener en un espacio relativamente reducido. En este punto ya llegamos a la segunda guerra mundial, en la que entra en juego el Proyecto Manhattan encabezado por Robert Oppenheimer (proceso que en la película es retratado de forma rigurosa y explicativa) que da como resultado las bombas atómicas en agosto de 1945.
Ya situados en el plano geopolítico y científico, es de entendimiento común que Argentina no se iba a quedar atrás en el desarrollo de tecnología nuclear, impulsada por Juan Domingo Perón a mediados del siglo XX. Pero hay que profundizar en algo que ocurrió antes de este hito en la historia argentina: es en 1945 que el Gral. Manuel Savio presentó un proyecto que apuntó a preservar e investigar los yacimientos de Uranio (combustible de las reacciones nucleares). La aprobación del proyecto permitió iniciar la prospección geológica del territorio, realizada por la Dirección General de Fabricaciones Militares y la Universidad de Cuyo, revelando que Argentina poseía un nivel más que aceptable de recursos de este elemento.
Con este puntapié necesario y estratégico se dio lugar a que se profundice en la búsqueda de energía nuclear en nuestro país, tal es así que el presidente de coyuntura en el año 1950 contrató a Ronald Richter, científico austríaco que llegó al país en 1948, para desarrollar un proyecto (Proyecto Huemul) de fusión nuclear en la Isla Huemul ubicada en Bariloche.Como mencioné anteriormente, la fusión nuclear no es la reacción utilizada para generar este tipo de energía (para que se den una idea, este proceso lo utilizan las estrellas), por lo que el proyecto no pudo llevarse a cabo debido a un informe elaborado por José Balseiro, precursor de la física en Argentina, en 1952.
Construcción en la Isla Huemul que iba a ser destinada a la planta nuclear.
En 1950 también se crea la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que reguló e implementó la política nuclear, siendo un organismo autárquico que hoy tiene como objetivo la investigación y desarrollo de los usos pacíficos de la energía nuclear.
Pero Mati…las centrales nucleares, ¿Para cuándo?
Es un 13 de enero de 1974 que entra en operación Atucha I, lo cual representó un evento significativo tanto para Argentina como para el mundo, ya que esta planta nuclear fue la primera central nuclear de potencia en Sudamérica.
Ese mismo año comenzó la construcción de la que iba a ser la segunda planta nuclear construida en Argentina, Embalse, inaugurada un 20 de enero de 1984 en Río Tercero y finalizando su primer ciclo operativo en Diciembre de 2015 - hoy en día está cursando su segundo ciclo de vida -.
Con nuestra tercera planta nuclear, Atucha II, ocurrió algo particular, ya que su construcción comienza en el año 1982 durante la dictadura militar, pero no es hasta 2016 que la central obtiene su licencia para la operación comercial. ¿Qué pasó en el medio? atravesada en sus comienzos por una crisis inflacionaria Alfonsinista y por un recorte presupuestario en el gobierno Menemista, se suspendió por completo la construcción de la central - que ya venía atrasada - con todo lo que eso implica, considerando que no es un proceso sencillo detener un proyecto de magnitud nacional ya que, para su eventual terminación, se deben resolver cuestiones como la mano de obra capacitada, los proveedores, el presupuesto, los materiales y equipos preexistentes, entre otros. No es hasta 2006 que Nestor Kirchner reanuda el Plan Nuclear Argentino que tenía como objetivo principal finalizar con la central atómica, mismo año en el que se reinician las obras.
Mapa de Nucleoeléctrica Argentina S.A. sobre la ubicación de las plantas nucleares.
Una actualidad a media máquina
Como mencionamos previamente hay una porción de la energía eléctrica del país que es producida por centrales nucleares, pero no son solo las tres centrales mencionadas anteriormente las que podrían realizar este trabajo: actualmente hay varios proyectos nucleares que apuntan a un futuro con alternativas energéticas, alegando a la posibilidad de una transición con fracciones de energía atómica, como lo es el Proyecto CAREM, la primera central de potencia de diseño 100% nacional, un SMR (Small Modular Reactor o Reactor Modular Pequeño) cuya finalidad es producir energía eléctrica (con menor potencia que una central tradicional) para abastecer puntos específicos puesto que, como bien indica su nombre, estas pequeñas instalaciones son en formato modular, por lo tanto requieren menos capital y tiempo para construirse.
También está en marcha el proyecto del Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10 (cuya construcción comenzó en 2016) para el cual su obra civil se encuentra finalizada. Esta instalación afianzará el autoabastecimiento de isótopos radioactivos destinados a la medicina e investigación, contribuyendo al tratamiento y diagnóstico del cáncer entre otras cuestiones de suma importancia.
Hasta ahora todo muy lindo, un país lleno de proyectos y a la vanguardia en materia nuclear. El problema reside en el presente del país, hace rato que las crisis económicas no nos permiten avanzar con el desarrollo de programas con tecnología de punta y el gobierno actual hace lo suyo para que esto siga siendo de esta manera. La CNEA ya informó en el mes de marzo la falta de presupuesto para continuar con los proyectos previamente mencionados; si bien los mismos no se encuentran paralizados, la institución se ve envuelta en deudas exorbitantes debido a que no hay una aprobación de prórroga del presupuesto estipulado para el año 2023, a lo que se suma el cambio de presidencia de la institución (transcurso que suele demorar procesos administrativos).
Proyecto CAREM, foto de página 12.
Una energía con poco Marketing
Es de esperarse que las palabras “nuclear” o “atómico” nos refieren habitualmente a la central de Springfield, las bombas atómicas “Little Boy” (Hiroshima) y “Fat Man” (Nagasaki) o de Chernobyl, por lo que no es algo en lo que a uno se le pasaría por la cabeza confiar en un principio. Pero para comprender esto, vayamos más en profundidad con Chernobyl, que es a lo que refiere esta nota (si se vieron la serie, pueden saltear este paso): Esta planta nuclear compuesta por 4 reactores abastecía a 3 países - Ucrania, Bielorrusia y Rusia - y por negligencia humana e infraestructural en el armado de los equipos ocurrió una explosión en uno de sus reactores, ocasionando así una nube de radiación que fue aproximadamente 400 veces mayor que la de “Little Boy” exterminando todo a su paso, dejando así una zona inhabitable, con una infinidad de problemáticas ambientales, sociales, económicas e infraestructurales. Si bien es quizás el evento antrópico con un impacto ambiental más importante (y con más Marketing) de la historia, de él salieron ciertos aprendizajes que ayudaron a que existan medidas de prevención y gestión adecuadas para el manejo de las centrales nucleares, así como protocolos y controles más estrictos y una mejor infraestructura que se fue consolidando a lo largo de los años, generando que esta forma de producir energía eléctrica sea una de las más seguras del mundo, habiendo hoy más de 400 reactores nucleares de potencia funcionando con normalidad que representan alrededor del 11% de la energía eléctrica mundial .
Una energía como un avión
Con el transporte aéreo acontece algo similar que con la energía nuclear: En su rubro es el más seguro del mundo pero cuando ocasionalmente ocurre una tragedia esta se lleva la vida de varias personas (al igual que su lugar en los medios de comunicación).
Para entender la seguridad de esta energía, hay una nota muy buena que elaboró Elisabeth Möhle en Cenital en la que, en un apartado, tomó como base a dos estudios que compararon las tasas de mortalidad según el tipo de energía (fósil, nuclear, solar, etc.), incluyendo también a Chernobyl y Fukushima como accidentes ocasionados por la energía nuclear. El resultado obtenido indicó que la energía nuclear generó muchísimas menos muertes directas que los combustibles fósiles siendo el carbón y el petróleo los que encabezan este ranking. Si quieren introducirse más en el tema, les dejo el artículo en cuestión que es muy interesante y toca otros temas en los que acá no profundicé.
Otra cuestión de importancia es que la energía nuclear es una energía limpia, lo que significa que la electricidad procedente de este tipo de energía no emite gases de efecto invernadero GEIs, o sea, la fisión nuclear y no renovable, lo que refiere a que el tiempo en el que se renueva el Uranio es muy largo para lo que es la vida humana. Acá voy a hacer un paréntesis especial, ya que, al ver el ciclo de vida de la energía nuclear, las emisiones de GEIs por la extracción y tratamiento del uranio, la construcción de la infraestructura y su operación tienen una huella de carbono altísima. A esto también se suma la peligrosidad que representa la minería de uranio.
Para ir cerrando, es importante mencionar que actualmente no hay una gestión de residuos radiactivos concreta, debido a que al ser potencialmente peligrosos precisan de un tratamiento específico y duradero, pero los residuos radiactivos generados relativos a la energía producida son mucho menores que los generados por los combustibles fósiles. A diferencia de los residuos nucleares, los fósiles se dispersan en la atmósfera, causando contaminación del aire y aumentando los GEIs.
Todos los caminos llevan
Desde una perspectiva ambiental, no es adecuado posicionarse a favor o en contra de un tipo específico de fuente de energía, y menos si no contamos con un contexto o datos sólidos sobre la misma. Por lo tanto, en lugar de adoptar una postura definitiva sobre la energía nuclear, es fundamental comprender su historia, sus ventajas y desventajas. De este debate informado, se puede derivar una posición más equilibrada.
Lo que sí es indudable es que, sin un desarrollo energético adecuado en el país, no se logrará avanzar en una diversificación de fuentes de energía eléctrica para lograr una transición energética exitosa. Es crucial invertir en el sector y poner en marcha los proyectos existentes para asegurarnos un futuro libre de GEIs.
Excelente nota, muy didactica y educativa. Gracias..!!!